martes, 22 de noviembre de 2011

Capítulo 2: El Crimen



CAPITULO 2, EL CRIMEN

En el apartamento de Saúl, Isabel y su amante conversan en el salón. Ella se fuma un cigarrillo sentada en el sofá con las piernas cruzadas bajo una sugerente minifalda roja. Por su parte Saúl, de pie, se sirve una copa de whisky del minibar.



Saúl: Ya lo estoy imaginando, preciosa, si Eladio muere y Carlos hereda... ¡Seremos ricos! Jajaja.

Isabel: Claro mi amor... y luego pues con el tiempo... me quedaría con todo...

Saúl: ¿Cómo así? ¿Acaso es que Carlos está enfermo también o que?

Isabel: No imbécil, ojalá fuera eso, pero no.... Mi plan es que una vez el herede todo pues quitármelo de en medio con un divorcio millonario de esos para así quedarme yo con gran parte de la empresa... si no es con toda… Y creeme, es una verdadera fortuna... el viejo tiene hoteles por todo el país... Mmm ¿Que te parecería irnos a vivir juntitos el año que viene a Hawaii?

Saúl: Pues que te voy a decir que me encantaría irnos allá pero...

Isabel: ¿Pero qué?

Saúl: Pero hasta que el maldito viejo decrépito ese de Eladio no se muera no podemos hacer nada. Hay que esperar y ver como evolucionan las cosas. Si realmente está tan enfermo no durará mucho.

Isabel: Ya lo se bobo... escucha. Cuando Eladio se vaya para el otro barrio, lo cual no tardará mucho en suceder.... yo me encargaré de deshacerme de Carlos ya lo veras... Le pediré el divorcio alegando cualquier historia. Ya tengo ideas para eso... Además tengo otro plan mejor aun.... para rematar la faena y hacerme con todo.

Saúl: ¿Ah sí, cual?

Isabel: Mmm ¿Te gustaria que tuviera un hijito de Carlos?

Saúl: ¿Estas loca? Ni hablar. No se te ocurra hacerme algo así porque te juro que… (Enojado)

Isabel: ¡Cállate y déjame hablar! Escúchame bien... El creería que el bebito es hijo suyo, pero el niño sería tuyo Saúl. TUYO.

Saúl: ¿Pero que diablos dices? ¿Ahora quieres tener un hijo mío y encajárselo a Carlos?

Isabel: ¡Bingo!

Saúl: Creo que esto no tiene ni pies ni cabeza. Sólo a ti se le ocurre semejante locura. ¿Qué te crees que luego no se daría cuenta? ¿Y sí le da por hacerle pruebas de ADN? Recuerda lo desconfiada que es mí tía Claudia.

Isabel: Deja fuera a la momia esa y haz caso de lo que digo. Yo sé como engañaría a todos dado el caso. ¿Qué te crees que soy tonta o qué?

Saúl: OK, está bien… Veremos a ver si funciona porque si no…

La explosiva villana se levanta del sofá y…

Isabel: Claro que funcionará tontorrón menos mal que entendiste... es perfecto si tengo un supuesto hijo de él y luego me divorcio... Imagínate, herencia fija y yo albacea de todo el dinero hasta la mayoría de edad de nuestro hijo. Tendría su futuro asegurado y nosotros el nuestro. ¿No lo ves?

Saúl: Tienes razón, es magnífico Isabel, eres un genio cariño....me encanta tu plan.

Isabel: Mira Saúl, a los ojos de él y de todos el niño seria hijo de Carlos pero tu y yo sabríamos que es solo nuestro.

Saúl: Mmm pues creo que vamos a practicar mas para encargar ese bebito eh.

Isabel: jajaja.

Ambos se enrollan de nuevo, comienzan a besarse y terminan haciendo el amor en el sofá del salón.... Si Isabel se queda embarazada de Saúl probablemente consiga realizar su engaño y sus planes para hacerse con la fortuna de los Álvarez.





AL DIA SIGUIENTE...

En el hotel Imperial Florida, Alicia y Joaquín suben al despacho de Isabel para formalizar el contrato y conocerse personalmente pero Alicia desconoce que no va a trabajar como recepcionista. Joaquín y Alicia entran al despacho y...



Alicia: Hola buenos días.

Joaquín: Hola señora Isabel. ¿Qué tal se encuentra?

Isabel: Divinamente y usted (Mirando de arriba abajo a Joaquín pero no a Alicia) pasen, tomen asiento. Ustedes deben ser Alicia y Joaquín Molinos, los hermanos mexicanos. ¿Cierto?

Alicia: Si, sí, así es, somos los primos de Marta, una de las empleadas.

Isabel: Ya, ya lo se... bueno pues tal como le dije a Marta hay dos puestos para ustedes... A ver usted Joaquín tiene empleo de mesero en el restaurante del hotel, ¿OK? El sueldo pues rondará los 750 dólares al mes. No es mucho pero... para comenzar... no puedo ofrecerle nada más, por ahora.

Joaquín: OK, esta bien, gracias y… ¿Cuando empiezo?

Isabel: Si te parece bien, hoy mismo. Si quieres puedes bajar al restaurante y hablar con el jefe de cafetería, él te dirá todo lo que necesites saber sobre tu nuevo empleo. Allá en vestuario tienes ropa de trabajo y tanto él como todos camareros que llevan ya años aquí te irán enseñando tus tareas.

Joaquín: Esta bien pues encantado de conocerla y muchas gracias, voy para allá.

Alicia: Nos vemos luego hermanito.

Joaquín: Hasta luego.

Isabel: Chao (Observando con deseo a Joaquín, por quién ha sentido atracción desde el primer momento)

Alicia: ¿Bueno y para mí que hay? No quiero pecar de sobrada pero Marta me dijo que el puesto de recepcionista estaba vacante y que tal vez yo...

Isabel: Si, ya lo se pero lo siento, el puesto ya esta cubierto.

Alicia: ¿Que?

Isabel: Bueno vino otra chica hace unos días y qué quieres que te diga, niña, estaba muy preparada y era lo que buscábamos... lo siento de veras. Otra vez será.

Mientras Alicia se pone triste pensando... Isabel sonríe falsa y con maldad. Le ha quitado el puesto de trabajo a propósito.

Alicia: ¿Entonces ahora que hago? algo más habrá libre para mi en el hotel, no se...

Isabel: Bueno si tu quieres puedes entrar en la cocina para limpiar y fregar los cacharros... lo siento pero no queda nada más libre, porque con tu hermano ya esta el cupo de camareros completo y las chicas que hacen los cuartos como tu prima la marginal de la Marta esa pues lo mismo, lo siento de veras Alicia, pero no necesitamos nadie más en recepción ahora.

Alicia: Bueno si no hay otra opción... a mi no me importa trabajar limpiando o fregando en la cocina, necesito el dinero, mi padre esta enfermo y tanto mi hermano como yo nos vinimos para acá por necesidad....

Isabel: Bueno, bueno no me cuente su vida, no me interesa. Lo siento pero tengo mucho que hacer y no tengo tiempo de charlas así que mira si quieres bajas a cocinas y allá los compañeros te dirán... Abajo tienes el vestuario y ropa de trabajo puedes empezar cuando quieras...

Alicia: Ok esta bien.....

(Alicia la mira con mala cara porque Isabel la trata con desprecio)

Isabel: Bueno pues si no tienes mas preguntas.

Alicia: Disculpe solo una mas.. ¿El sueldo y los descansos cuanto es?

Isabel: Pues el salario rondara para tu puesto lo mismo que para tu hermano y de descansos un dia por semana pero a ti te tocara los lunes igual que a tu hermanito.... ¿algo mas? (con cara de dictadora)

Alicia: No, nada más señora, por ahora todo conforme, gracias... Bueno voy a cocinas a ver si empiezo ya hoy entonces. Gracias por el puesto señora Isabel.

Isabel: Señora de Álvarez, si no le importa, chao niña.... (mientras Isabel piensa para si: sera boba la pobretona esta... encima guapa... pues vas a ver, fastidiate y friega.... ya veras, ya te cansaras jajajajaja. Con suerte quizas dures un mes aquí)



HORAS MÁS TARDE

En la cocina del hotel, Alicia esta fregando las cazuelas y sartenes del restaurante bajo la supervisión de Nieves.



Nieves: Apúrate mija, que no sabes como es la señora Isabel con las nuevas…

Alicia: Lo siento Nieves, voy la más rápido que puedo, no soy una máquina.

Nieves. Ay cariño… perdóname pero es que cuando tu prima Marta llegó al hotel tu no veas las que tuvo que pasar esa pobre muchacha… La dueña es así con todas las nuevas, yo creo que es un poco envidiosa de las guapas. Es muy celosa con su marido.

Alicia: A mí no me interesa el marido de nadie, yo he venido a Miami a trabajar.

Justo en ese preciso instante aparece por la puerta de la cocina, Isabel, la esposa de Carlos.

Isabel: A ver niña, Alicia "cariño", deja un momento eso, OK, que tengo un trabajito para ti...

Alicia: Está bien, usted dirá señora.

Isabel: Mira Alicia, el jardinero no ha podido venir hoy porque esta enfermo, los meseros están muy atareados a esta hora y claro no tengo nadie libre.

Alicia: Esta bien, (se quita el delantal) ¿Dígame a ver para que soy buena?. (Alicia es todo bondad, inocencia, corazón y es muy trabajadora)

Isabel: A ver, mañana abrimos el jardín al publico para poner la terraza y mesas ya sabes, llega el veranito y bueno quiero que cortes el césped y además... otra cosa, la piscina necesita que alguien le quite las hojas y la limpie un poco. ¿Podrás?

Alicia: Mmm ok, no hice nunca eso, no se si lo haré bien.

Isabel: Tranquila es muy fácil, acompáñame veras como puedes manejar la cortacésped.

Ambas salen al jardín e Isabel le muestra a Alicia el cortador de césped y la herramienta con la que limpiar la piscina, un largo palo con una red para quitar del agua hojas, hierbas y todo tipo de cosas que han caído al agua. La piscina (alberca para los latinos) ya ha sido llenada días antes y tratada con cloro pero el fuerte vendaval que ha habido esa mañana ha llenado el agua de restos de plantas y hojas.... Alicia se dispone a realizar su trabajo.


Mientras, en los pasillos del hotel, Marta conversa por teléfono celular con una misteriosa voz distorsionada. Un desconocido o desconocida la amenaza de muerte.



Voz: Te juro que si hablas no vivirás para contarlo, estúpida.

Marta: No le tengo ningún miedo ¿se entera?

Voz: Estás advertida, tú habla pero atente a las consecuencias. Quien avisa no es traidor.

Marta: ¿Quién diablos es usted?

Voz: Alguien que conoces muy bien…


JARDIN DEL HOTEL

Alicia acaba de cortar el césped y esta agotada.. pero aun sigue porque le queda trabajo por hacer (Isabel la esta explotando) Alicia esta quitando las hojas de la piscina pero al cabo de un rato la joven ya muy cansada bajo el fuerte sol y el calor se marea y pierde el equilibrio al borde de la piscina. Alicia cae al agua, la guapa mexicana no sabe nadar y...

Alicia: !!! SOCORRO !!!! Ayuda por favor !!! (Alicia chapotea en el agua pero no puede mantenerse a flote, esta sola en el jardín...) !!! Socorro !!!

Escuchamos música de tensión. La joven se hunde y sale del agua continuamente no sabe nadar y puede ahogarse. En esto uno de los clientes del hotel, desde la cafetería, la ve y oye a Alicia gritar en el agua, casi a punto de ahogarse. En ese momento Carlos que se encontraba tomando un café sentado en una de las mesas, sale rápidamente al jardín en su ayuda.



Cliente: !! Eh chicos, mirad!!! hay una mujer en la piscina, !!! parece que se esta ahogando!!!

Joaquín: Diosss pero si esa es... !!! pero si es mi hermana !!!, !!! Alicia !!!!! (Con un bandeja de copas de cristal vacías en la mano)

Carlos sale lanzado de la cafetería chocando con Joaquín sin querer. El mesero suelta la bandeja la cual cae al suelo rompiendo todas las copas en mil pedazos. Carlos va corriendo de la cafeteria. Joaquín le sigue a poca distancia. En la alberca, Alicia chapotea e intenta no ahogarse. Ambos hombres llegan enseguida al jardín, Alicia esta en el agua, pataleando, chapoteando sin poder salir... se puede ahogar... La joven grita desesperada del miedo y la angustia que tiene encima.

Alicia: !!! Socorro !!!!!, glupp….. !!! AYUDAAAA !!! gluppp.

Alicia se hunde en el agua, y en ese instante Carlos sin pensarlo dos veces, se lanza a la piscina tal como esta con el traje puesto para salvar a Alicia... Joaquín les ve desde la orilla (él tampoco sabe nadar) de la enorme piscina, mientras Carlos se acerca rápidamente nadando y toma a Alicia por debajo de los brazos colocando a la joven de espaldas a el.



Carlos la abraza y consigue nadar hasta uno de los laterales de la piscina sacándola del agua. Alicia esta bien, afortunadamente esta consciente pero muy asustada y nerviosa. Al salir de la piscina Carlos la toma en brazos para sacar a Alicia del agua mientras ambos uno muy cerca del otro se miran a los ojos fijamente, el joven la mira detenidamente. Carlos recuerda a la joven del aeropuerto y Alicia, igualmente, se da cuenta de que su salvador es aquel atractivo empresario. Él la mira sin pestañear y ella a él igual, pareciera amor a primera vista.

Ella se queda avergonzada pero no le aparta la mirada, a través de su blusa blanca empapada de agua, se transparenta un sexy sujetador negro y se aprecia el volumen y contorno de sus senos. Alicia se queda mirando la camisa blanca mojada de Carlos, en la cual se transparenta su pecho.

En ese instante el hermano de Alicia, Joaquín, interrumpe esos segundos de miradas y silencio... y Alicia ya mas calmada y toda empapada se sienta al borde de la piscina. mientras, su hermano y Carlos le preguntan.

Joaquín: ¿Estas bien?

Alicia: Si Joaquín, tranquilo, ufff ha sido el susto mas que nada, pense que me moría, en serio que me ha pasado toda mi vida en diapositivas.

Joaquín: jJajaja, ni aun así pierdes el buen humor.

Carlos: ¿Seguro que estas bien preciosa? (a Carlos se le escapa la palabra) ¿Cómo te llamas?

Alicia: Si, si tranquilos gracias. (Alicia se sonroja por el cumplido) Alicia, señor, me llamo Alicia.

Carlos: Yo soy Carlos

Joaquín: ¿Pero que hacías acá hermanita?

Alicia: Ay, si yo te contara Joaquín... Carlos, muchísimas gracias por ayudarme si no fuera por ti.... Gracias de corazón en serio eres un encanto y no se como agradecerte lo que has hecho me has salvado la vida.

Joaquín: Ejem…. Alicia, el señor es el dueño del hotel, don Carlos Álvarez…

Alicia: Ay… lo siento, lo siento… yo… (Roja como un tomate de la vergüenza)

Carlos: No se preocupe Alicia, tranquila, me alegro que esté bien pero que susto nos ha dado a todos…

Alicia: Si, menos mal que ya pasó todo. ¿De veras que es usted el jefe? (Avergonzada)

Carlos: Sí, siento no haberme presentado antes. A veces tardo en conocer a todos los nuevos empleados del hotel. Supongo que mi esposa Isabel les contrató.

Alicia: Así es señor (sonríe)

Joaquín: ¿Pero que fue lo que pasó para que te cayeras en la alberca? ¿Qué haces tú acá? ¿No tenias que estar en recepción Alicia?

Alicia: Ojala... pero no, la señora Isabel me dijo que el puesto estaba ya cubierto. Acabo de empezar y ya me tiene manía o algo porque me ha puesto a fregar durante horas en la cocina. Luego me mandó cortar el césped acá en el jardín y ahora me puso a limpiar la alberca, la piscina o como le llamen acá. Llevo un día nada mas y ya me trata con a un trapo… (Triste)

En ese momento Carlos sonríe y Alicia baja la mirada porque se le ha escapado hablar mal de su jefa estando presente el marido de ésta.

Carlos: No la hagas caso, Isabel es así pero luego no muerde, mujer, jajaja.

Joaquín: Jajaja, perdón... perdón señor.

Alicia: Ay que pena con usted don Carlos

Carlos: Carlos, sin el don, ¿OK?

Alicia: OK, Carlos. (Sonríe dulce mientras Carlos la mira en silencio, ambos se pierden en un cruce de miradas mientras Joaquín se da cuenta de que a su jefe le ha gustado su hermana)

Alicia aun está mojada y se le trasparenta la blusa, Carlos en ese instante la mira fijamente a los ojos y toda enterita. Carlos no puede evitar esa fuerte atracción sexual, la ropa húmeda no deja nada a la imaginación.. Carlos se queda prendado de ella, de su belleza.... como flechado. Por su parte Alicia le observa con disimulo pero igualmente atraída hacia él.

Carlos: Joaquín, por favor, ve a buscar a Marta y dile que nos traiga unas toallas para secarnos un poco porque…

Mientras Joaquín se marcha del jardín, Carlos y Alicia se quedan a solas. Él se quita la camisa húmeda bajo la atenta mirada de Alicia, quién no puede evitar observarle en silencio y avergonzada. Alicia comienza a sentir una atracción cada vez mayor e inevitable por su jefe.


Minutos después, ya en el despacho de Carlos y todos con ropa seca, el director del hotel conversa con Alicia a solas.



Carlos: ¿Así que ustedes son nuevos aquí entonces.

Alicia: Si, si, señor, llegamos ayer a Miami y bueno la señora Isabel nos contrató...

Carlos: Algo de ustedes me comentó mi esposa si, pero me olvidé por completo, lo siento.

Alicia: Vinimos recomendados por una prima nuestra que trabaja acá.

Carlos: Si ya se, ¿Marta? ¿Verdad? Muy eficiente esa chica.. ¿Bueno y que tal?¿ les gusta el hotel? ¿Están conformes con el trabajo que les dieron?
Alicia: Si, señor Álvarez, mi hermano esta muy contento acá.

Carlos: ¿Y usted?

Alicia: Bueno, si le soy sincera, no mucho… Yo esperaba otra cosa pero bueno, qué se le va hacer… Tampoco le tengo miedo al trabajo, oiga, una puede con todo y con más, señor. (Sonríe)

Carlos: OK, pero Alicia, llámeme Carlos por favor. (sonrie) Eso de señor me hace sentirme como... muy mayor. ¿Tan viejo me ve?

Alicia: Jejeje, no, no claro que no. Esta bien.... Carlos (sonríe dulce, menos avergonzada, él es cercano, a pesar de ser su jefe)

Carlos: Así me gusta (sonríe tierno). ¿Entonces todo bien, verdad?

Alicia: Todo correcto.

Carlos: Vale. Pues espero que les vaya muy bien acá en Miami, Alicia.

Alicia: Si, ojalá... Quería comentarle algo pero es que… no sé como decirle… Nada, mejor olvídelo.

Carlos: No, no, por favor. Con total confianza, si tienes algún problema con tu empleo o con el salario... No se en que quedaría Isabel con usted pero creo que todo se puede negociar. No me gustaría que se sintiera incómoda con nosotros, por favor.

Alicia: Esta bien, mire, yo vine para el puesto de recepcionista pero... su señora esposa me dijo que el empleo ya estaba cubierto y me puso en la cocina. Cuando me caí a la alberca estaba cortando el césped del jardín.

Carlos: ¿Sabe Alicia? ¿Tengo un mejor trabajo para usted. Mañana tengo que irme a Orlando por un viaje de negocios y hay una reunión con empresarios de todo el mundo por lo que voy a necesitar una intérprete. Hace un rato he estado echando un vistazo a su currículum y veo que sabe inglés, francés, italiano…

Alicia: ¿Quiere decir que podría ser su secretaria?

Carlos: Sí ¿por qué no? Yo creo que lo haría muy bien. Además tendría un sueldo más alto. (Sonríe)

Alicia: Ay señor Carlos… (Contenta)

Carlos: ¿Qué le dije antes? Jajaja. Bueno entonces… ¿Acepta?

Alicia: Lo siento, es la costumbre. Claro que acepto.

Carlos: OK, pues no se hable mañana a primera hora comienza su nuevo trabajo.

Alicia: ¿Su esposa también irá a Orlando, verdad?

Carlos: No, no, Isabel tiene otros compromisos acá en Miami.

Alicia: ¿Me está diciendo que vamos a ir sólos, usted y yo? (Preocupada)

Carlos: Sí claro, pero no se preocupe. Reservaré una habitación para usted.

Alicia: Bueno… pues… pues no sé que decir…

Carlos: Mire, Alicia, si realmente no quiere ir, dígamelo y ya. No hay problema, buscaré otra persona y listo.

Alicia. No es eso, señor es que… (Pensando: Ay diosito, yo a solas con este hombre en otra ciudad...)

Carlos: ¿Qué pasa?

Alicia: Nada, don Carlos, nada. Pensaba en qué ropa llevar para el viaje y eso.

Carlos: No se preocupé, solo será un día, pasado mañana estaremos de vuelta a Miami. (Sonríe)

Alicia: Esta bien, señor, bueno pues me voy a seguir con mis tareas. Nos vemos mañana. Chao.

Carlos: Hasta mañana, Alicia.

Al cerrar la puerta del despacho, Alicia suspira pero al mismo tiempo se siente insegura y preocupada. ¿Será su jefe un hombre serio y formal? ¿O será el típico baboso que quiere propasarse con las empleadas? Alicia no confía del todo en él pero por otro lado siente que acaba de conocer a alguien muy especial.



En la recepción del hotel, Davinia charla con Marta quien lleva un gran montón de sábanas en las manos para hacer varias habitaciones.



Davinia: ¿Ya llegaron tus primos los de México?

Marta: Sí, hoy mismo han empezado a trabajar en el hotel. Y por cierto… me ha dicho un pajarito que te dieron el puesto por ser amiguísima de doña Isabel… (Enojada)

Davinia: Eso a ti no te importa, igualada…

Marta: Mira niña… (Dejando las sábanas en el mostrador) Tú a mí no me insultas porque te juro que…

Davinia: ¿Qué qué? Mira que miedo me das, no eres más que una naca, una muerta de hambre que vino de Dios sabe donde igual que tus primos. No sois más que escoria que viene a Estados Unidos a quitar el trabajo a los de acá.

Marta: Jajaja. ¿Pero acaso usted es de aquí? Porque hasta donde yo tengo entendido, tú de gringa tienes lo mismo que Edith González, hija mía… (Con sarcasmo)

Davinia: ¡CALLÁTE Y LÁRGATE A HACER CAMAS, ESTÚPIDA!

En ese momento Marta se retira a sus quehaceres, riéndose de Davinia.



AL DÍA SIGUIENTE

ORLANDO

Alicia ha tenido que acompañar a su jefe Carlos a una importante reunión de empresa en Orlando. Es un viaje de negocios y Carlos necesitaba un asistente personal para su viaje. En el restaurante, cenando juntos, ambos conversan. Alicia está muy avergonzada pues aunque Carlos es casado ella no puede evitar la atracción que siente por él. Ambos están comenzando a conocerse.



Alicia: Muchas gracias por la invitación señor. Está muy lindo el sitio. (Sonríe)

Carlos: De nada, siempre que viajo a Orlando vengo acá a comer. Para la próxima vez elijo yo el menu, ¿Ok? ah pero eso si, el restaurante lo pagas tu, eh (Burlándose, le guiña un ojo)

Alicia: (En silencio y avergonzada)



Carlos: !! Es bromaaaa !! jajaja. Bueno ya en serio Alicia. ¿Que? ¿Que dices? La próxima vez , porque supongo que habrá una próxima vez. ¿Verdad? (Sonríe)

Alicia: Sí... su.. supongo que sí, señor... (Avergonzada, baja la mirada)

Carlos: ¿Qué te pasa Alicia?



Al mismo tiempo el le aparta el cabello de la frente, le acaricia la mejilla derecha a Alicia. Ella alza la mirada tímidamente sintiendo la mano de él. La joven siente algo inexplicable, algo que jamás había sentido por ningún hombre antes. Ambos sonríen y se miran a los ojos. El brillo de ambas miradas habla por sí sólo. Carlos ser pierde en sus ojos, mientras sonríe en silencio. Alicia intenta mantenerle la mirada pero le es imposible... La mexicana está muy nerviosa pero a la vez siente que el tiempo se detiene y que en ese restaurante, Carlos y ella son los únicos seres en el mundo. Así comienza el amor...

Escuchamos música y la canción refleja lo que Carlos está comenzando a sentir por Alicia. Carlos no ama a su esposa y es por eso que se va a enamorar de una bella y dulce joven mexicana: Alicia.

Christian Castro – Por amarte así

Por amarte así
Es esa mi fortuna, es ese mi castigo
Será que tanto amor acaso está prohibido
Y sigo aquí muriendo por estar contigo…
Por amarte así
A un paso de tu boca y sin poder besarla
Tan cerca de tu piel y sin poder tocarla
Ardiendo de deseos con cada mirada…


Alicia: Lo siento, señor, creo que mejor me retiro a mi habitación, ya es tarde y…

Carlos: Esta bién, Alicia, nos vemos mañana entonces.

Alicia: Sí, hasta mañana, Carlos…

Carlos: Adiós… (Mirándola preocupado)

La joven se siente algo incómoda pero a la vez ilusionada. Es una lucha interna de sentimientos. Por un lado no confía del todo en Carlos pero por otro…. Siente que este hombre es diferente y que jamás haría algo incorrecto.

Poco después, ya en su habitación, Alicia piensa en Carlos, echada en su cama y mirando al techo en silencio. La mexicana no sabe ni qué pensar… Al mismo tiempo, en otra habitación, Carlos tumbado también en su cama no puede dejar de pensar en Alicia. Ambos están comenzando a sentir algo más que una amistad, algo más que una simple relación entre jefe y empleada pero ninguno de los dos sabe exactamente cómo actuar.



MIAMI

En su despacho, Isabel charla con su amiga Davinia.



Isabel: Así es, Carlos está en Orlando a una reunión internacional.

Davinia: ¿Y le has dejado ir con la nueva?

Isabel: ¿De que diablos hablas?

Davinia: De la nueva, la tal Alicia. Su prima Marta hoy me echó la bronca por culpa de esa estúpida. Parece que alguien le ha ido con el cuento de que estoy en recepción en lugar de su primita. Nieves me ha dicho que tu marido salió esta mañana temprano hacia Orlando en compañía de su secretaria.

Isabel: ¿Secretaria? ¿Ese desgraciado ha puesto de su secretaria personal a esta recién llegada? ¡YO LO MATO!

Davinia: ¿Acaso que no sabías nada?

Isabel: ¿Qué demonios voy a saber yo? Si Carlos lleva una temporada que apenas cruzamos palabra… Creo que me quiere dejar pero no se lo voy permitir y menos ahora que esa muerta de asco esté de empleada suya. Lo que me faltaba, que una imbécil de estas con carita de yo no fui me quite al marido. Esas son todas iguales, van de buenas pero luego las matan callando.

Davinia: Ay amiga, no te pongas así, a lo mejor Carlos no te dijo nada porque…

Isabel: Déjate que vuelva que me va a querer oir… ¡Y esa mugrosa de Alicia o como se llame en cuanto llegue se va a quedar de patitas en la calle por descarada y traicionera! (Furiosa) Te juro como me llamo Isabel que la voy echar de aquí y se va a largar por donde vino. ¡Malditas inmigrantes!

Davinia: Bien dicho, Isabel. Creo que esa no sabe con quién se está metiendo, no, no, no…

Isabel: Tú ya vas a ver, cuando la vea me va a oír, vaya que si me va a oír.


AL DÍA SIGUIENTE

Carlos se despide de Alicia. El dueño del hotel la ha dejado a la puerta de su casa.



Alicia: Muchas gracias por traerme señor.

Carlos. De nada, es lo menos que podía hacer. Espero que hoy domingo pase buen día, al fin y al cabo era su día libre.

Alicia: ¿Doña Isabel no se enojará porque no vaya hoy al hotel?

Carlos: No te preocupes yo hablaré con ella. (Sonríe)

Alicia: OK, bueno pues nos vemos mañana. Chao señor Álvarez.

Carlos: Chao… (Triste)

Mientras Alicia entra en el portal de viviendas, Carlos arranca el auto pero, antes de ponerlo en marcha se queda pensativo y preocupado, ha notado la distancia entre él y Alicia a su regreso de Orlando. Carlos cree que está yendo demasiado rápido con ella y que Alicia no se siente a gusto con él.

Es domingo. Carlos llega a la mansión Álvarez y en el salón se encuentra con su esposa Isabel.



Carlos: Hola, Isabel… Siento el retraso pero…

Isabel: Vaya, hasta que se dignó en aparecer el señor… ¿Qué horas son estas de llegar, eh?

Carlos: Bueno no empieces otra vez con lo mismo, por favor. No estoy de humor.

Isabel: Claro, te vas a Orlando con la nueva y ni siquiera tienes la decencia de decírmelo. ¡Tú lo que eres es un descarado chico!

Carlos: ¡Ya basta, Isabel! Si llevé a Alicia conmigo no es por nada de lo que tú estás pensando, que te conozco. Ella simplemente sabe varios idiomas y me sirvió de intérprete en la reunión, eso es todo.

Isabel: Y tu te crees que yo nací ayer…

Carlos: Piensa lo que te dé la gana.

Isabel: Hace tiempo que te noto extraño conmigo, mucho antes de que esa tal Alicia llegara a Miami.

Carlos: Mira Isabel, no te voy a andar con rodeos. Llevo pensando en ello mucho tiempo pero… creo que lo mejor será que nos separemos.

Isabel: ¿WHATTTTTTTT? (¿Qué?)

Carlos: Lo que oyes… Es mejor que terminemos este matrimonio que no nos está llevando a nada. Hace mucho que tú y yo terminamos como pareja.

Isabel: Eso lo dirás tú, porque hace dos meses bien que “celebramos” nuestro aniversario.

Carlos: Estaba tomado… ni siquiera lo busqué.

Isabel: Ya… y ahora me vienes con que te quieres divorciar, así, de repente. ¿No tendrá nada que ver la zorra esa de Alicia Molinos, verdad?

Carlos: ¡NO LA LLAMES ASÍ! (Muy enojado)

Isabel: Eso es lo que son las mujercitas de su clase, las tengo bien caladas a todas. Vienen con cara de moscas muertas y luego son todas unas golfas robamaridos.

Carlos: Alicia no es de esas y me consta.

Isabel: ¿Ah sí? ¿Y desde cuando conoces tú tanto a la naca esa?

Carlos: Eso no viene al caso, ahora si me disculpas me voy a dormir. Estoy muy cansado. Hasta mañana.

Mientras Carlos sube las escaleras en dirección al dormitorio, Isabel se queda en el salón pensando y hablando ella sola.

Isabel: Ahora que al viejo de Eladio le queda dos días, no me vas a dejar, tengo que conseguir esa herencia a como dé lugar. No me vas a dejar, vaya que no. Te vas a enterar de quién soy yo, ya vas a ver.


CASA DE ALICIA

La joven conversa con su prima Marta en el cuarto de esta última. Alicia sentada en una silla, Marta echada en su cama con una mascarilla de crema en la cara.



Alicia: Anda que vaya pintas tienes, prima.

Marta: Tú calla y cuéntame más. Ayyyy, así que solitos en Orlando. Uhhhh

Alicia: Ya, no seas curiosa. No pasó nada. Además Carlos es casado y yo no quiero ser la otra.

Marta: Pero mírate si hasta le llamas por su nombre de pila y todo… Uhhhhh

Alicia: Jajajaja, pero que idiota eres, Marta, ya déjame en paz, anda y quítate eso.

Marta: Esto es pa’ estar joven y bella eternamente, primis, además no puedo permitir que llegue una nueva y me quite a Saúl. Mira que las tapatías dicen que son de cuidado eh…

Alicia: Estás más loca… Si tú también eres de allá, idiota, jajaja.

Marta: Por eso mismo, jajaja.


AL DÍA SIGUIENTE

HOTEL IMPERIAL FLORIDA

En vestuario, Isabel habla con Alicia.




Isabel: Antes de nada sube a buscar a tu prima y dile que baje a lavandería. Luego tengo que hablar contigo. Creo que está en la segunda planta, pregunta a las demás empleadas.

Alicia: Ok, señora…

Isabel: No se te olvide luego pasar por mí despacho, porque tengo cosas muy importantes que decirte sobre tu trabajo aquí.

Alicia: Está bien, como usted diga, doña Isabel.

Mientras Isabel se marcha, Alicia se dispone a llamar al ascensor del hall del hotel. La puerta se abre y la joven entra en el elevador. En segundos las puertas se cierran pero alguien interrumpe. Las puertas se abren de repente. Es Carlos, su jefe.



Carlos: Buenos días, Alicia.

Alicia: Buenos días, señor.

Segundos de silencio y…

Carlos: Quería pedirle disculpas por lo de Orlando, yo… (Avergonzado)

Alicia: No se preocupe, señor (Muy seria)

Carlos: De verdad que lo siento, yo sólo trataba de ser amable con usted, no quiero que piense que…

Alicia: Mire, una cosita que le voy a decir y métasele bien en su cabeza. Yo ni soy mujer de una aventura, ni quiero ser la otra, ni nada que se le parezca. ¿Está claro?

Carlos: Por favor déjeme explicarle…

Las puertas del ascensor se abren, están en la segunda planta del hotel.

Alicia: Tengo cosas que hacer, lo siento (Saliendo del ascensor)

Carlos: Espera, Alicia, espera, por favor. (Tomándola de un brazo)

Alicia: ¡Suélteme! (Él la suelta) Si sigue así le juro que me marcho hoy mismo. No sé que se habrá usted creído que soy yo. (Furiosa)

Carlos: Escúchame, luego haz lo que quieras pero escúchame, preciosa.

Alicia: ¡No me diga así!

Carlos: Me gustas, Alicia.

Alicia: ¿Qué? (Avergonzada)

Carlos: Me gustas de verdad, no es una aventura, no es nada malo, no quiero que pienses así de mí. Yo jamás te obligaría a nada… yo… (Triste)

Alicia: Por favor ya, no se burle. Usted es un hombre casado. ¿A dónde quiere llegar con todo esto? Si quiere una amante, búsquese una pero no a mí.

Carlos: Me gustas en serio, de verdad, no es lo que tú crees. Es más, jamás me había pasado esto con otra mujer.

Alicia: Sí, claro y usted espera que yo me lo crea. Como Allicia es boba, tonta y mensa… ¿Verdad? ¿Sabe qué? ¡Renuncio! (Se marcha por el pasillo pero él la sigue sujetándola del brazo)

Carlos: No, eso no, por favor, no te vayas. Ahora no.

Alicia: ¡QUE ME SUELTE LE DIGO!

En ese instante Alicia le suelta una fortísima cachetada a su jefe, pero Carlos reacciona abrazándola fuertemente contra su pecho y besándola con pasión. Alicia se ve presa de los sentimientos y se deja llevar. Carlos y ella se besan, se devoran la boca a besos, cada vez más y mas intensos en la soledad de ese pasillo.

Música

Christian Castro – Por amarte así

Por amarte así
Es esa mi fortuna, es ese mi castigo
Será que tanto amor acaso está prohibido
Y sigo aquí muriendo por estar contigo…
Por amarte así
A un paso de tu boca y sin poder besarla
Tan cerca de tu piel y sin poder tocarla
Ardiendo de deseos con cada mirada…



Ambos no podían más y se besan sin parar, abrazados. Carlos se adueña de su boca sin importarle nada, mientras Alicia se deja llevar por la pasión. Nadie les ve, están solos. El mundo se ha detenido pero no les importa nada ni nadie. La pareja continúa besándose mientras se abrazan. Ninguno de ellos quiere que termine este momento. Alicia y Carlos se besan mas y más, hasta que…

Alicia: ¡YA! ¡YA BASTA! (Se retira bruscamente de su lado)

Carlos: ¿Qué pasa? (Preocupado)

Alicia: Nada, nada, no me pasa nada… (Avergonzada, baja la mirada)

Carlos: Sé que lo deseabas tanto como yo… no me mientas.

Alicia: Esto… esto no está bien… (La joven sale corriendo por el pasillo muy nerviosa)

Mientras Carlos vuelve a entrar en el ascensor para ir a la tercera planta, Alicia llega a una de las habitaciones donde su prima Marta está trabajando haciendo camas y limpiando.


Alicia se dispone a entrar en una de las habitaciones del hotel Imperial Florida, la joven toca a la puerta pero nadie responde. Alicia ha ido a darle un recado a su prima Marta de parte de Isabel, la administradora del hotel y esposa de Carlos. Bueno pues Alicia abre la puerta y...

Alicia: Al fin que te encuentro prima, venía a decirte que doña Isabel quiere que vayas a...

En ese momento la joven se encuentra con el cadáver de su prima yaciendo en la cama en un gran charco de sangre. Marta ha sido brutalmente degollada. Alicia da un grito desgarrador que se escucha en cada rincón del inmenso edificio.

CONTINUARÁ…

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