martes, 6 de diciembre de 2011

Capítulo 4: Chantaje




CAPÍTULO 4, CHANTAJE



HOTEL IMPERIAL FLORIDA, MIAMI


En el hall del hotel, junto a la puerta principal, Carlos y su primo Saúl siguen conversando.



Saúl: El avión en el que regresaba tu padre desde Houston, acaba de estrellarse en Texas.

Carlos: ¿QUÉEEEEEEE?

Saúl: Esas son las noticias que tengo… (Fingiendo tristeza)

Carlos: Eso no es posible, mis padres ni siquiera me han avisado para decir que regresaban para acá. Tiene que haber un error, seguro es otro avión, eso es Saúl, tiene que haber sido otro… (Sacando su teléfono móvil del pantalón)

Saúl: Yo te cuento lo que me dijo la policía, el avión era el de mi tío Eladio, de eso no hay duda. Según dicen, todo apunta a un atentado…

Carlos: ¿Cómo que un atentado? ¿Un atentado contra mis padres? ¿Pero que demonios dices?

Saúl: Parece ser que algo hizo explosión en el avión al poco de despegar de Houston. Todavía no saben las causas pero están en eso, pensé que deberías saberlo. Si quieres llama a la Clínica Anderson.

Carlos: ¿Qué te crees que estoy haciendo? (Enojado, mientras marca en el celular el número de su madre, Claudia)

Saúl: Lo siento, no era mi intención… yo… (Sonriendo mientras Carlos no le mira)

Carlos: ¡Mamá! ¿Mamá, eres tú?

Al otro lado del teléfono, Claudia contesta a la llamada de su hijo mayor.



Claudia: Sí hijo, claro que soy yo. ¿Qué pasa? Te noto alterado ¿Le ocurrió algo a Liliana? (Sorprendida)

Carlos: No… (Respirando más tranquilo) Saúl acaba de decirme que el avión en el que regresábais de Houston se ha estrellado en Texas esta tarde.

Claudia: ¿Qué? Ay Diosito no puede ser cierto… ¡Eladio! ¡Eladio!

Carlos: ¿Papá está contigo?

Claudia: Si, cariño, estamos en la habitación de la clínica. Al final no tomamos el vuelo porque tu padre va a tener que quedarse un poco más por acá…

Carlos: Menos mal… no veas el susto que me he llevado y todo por culpa de este imbecil! (Señalando a Saúl)

Sául: Lo siento, primo, yo sólo te dije lo que me contaron.

Carlos: Ya claro, y como hablas sin saber…. Por poco y me da un infarto. Anda, lárgate, tengo que hablar con mi madre. (Molesto)

Saúl: OK, ok, menos mal que al final están bien. Gracias a Dios que no subieron al avión, pero lo que no entiendo es por qué el piloto se regresaba sólo para Miami.

Claudia: Carlos, hijo… ¿Sigues ahí?

Carlos: Sí, sí, mamá… (Y en voz baja) Te dejo, ya hablaremos tu y yo.

Mientras Saúl se marcha, Carlos continua la charla telefónica con doña Claudia.

Claudia: Yo no sabía nada de lo del accidente. Tu padre le dijo a Tomás (el piloto) que se regresara para Miami con el copiloto porque no íbamos a volver hoy como teníamos pensado. No me quiero imaginar lo que estarán pasando las familias de esos pobres muchachos…

Carlos: Saúl dice que ha sido un atentado. Alguien intentaba mataros a ti y a mi padre.

Claudia: ¿Un atentado?

Carlos: Eso le ha dicho la policía. ¿Tú sabes si mi padre tiene alguien que le quiera mal, enemigos que yo no sepa? Todo esto es muy extraño y voy a pedir que se abra una investigación.

Claudia: Ay, mi amor, yo creo estás exagerando… Tal vez todo haya sido un accidente y ya. Esta tarde hacía muy mal tiempo acá en Houston, ha estado de tormenta y mucho viento. Hace malísimo.

Carlos: Mmm… No sé, yo no estoy tan seguro de que haya sido un simple accidente. Saúl estaba muy convencido en sus palabras.

Claudia: ¿Por qué? ¿Qué es lo que sabe él de todo esto?

Carlos: Yo que sé… si me lo acabo de encontrar a las puertas del hotel y va y me suelta así como si nada que el avión se había estrellado. No me lo podía creer…

Claudia: Lo que no entiendo es por qué la policía no te llamó a ti en vez de a Saúl…

Carlos: Eso mismo me pregunto yo…

Claudia: Tengo que confesarte algo, pero tú de esto no digas nada a nadie, ok. Ni siquiera a tu padre, prométemelo.

Carlos: ¿El qué?

Claudia: Llevo días recibiendo extrañas llamadas, tanto a mi celular como al número de tu padre.

Carlos: ¿En serio? ¿Y por qué no me habías comentado nada antes?

Claudia: No le quise dar importancia pero hoy…

Carlos: ¿Qué pasó?

Claudia: No, nada. Solamente llaman y no contestan, enseguida cuelgan. No se si tendrá algo que ver con lo que ha pasado con la avioneta… pero esto no me está gustando nada.

Carlos: Dime la verdad… ¿Qué te han dicho los oncólogos de la clínica Anderson?

Claudia: ¿Quieres que te sea sincera, Carlos?

Carlos: Sí (Tragando saliva)

Claudia: Yo… quería esperar que estuviéramos de vuelta en Miami para hablarlo con Liliana y contigo. Además que tu hermano Miguel llega la próxima semana de España y… Creo que lo mejor sería reuniros a todos porque, bueno…

Carlos: ¿Qué ocurre, mamá? Por favor, no me mientas, dime la verdad.

Claudia: Tu padre se va a morir. (Triste y resignada)

Carlos: No… no puede ser verdad… no mamá… !!!! NOOOOOOO !!!! (Pegando un puñetazo contra la puerta principal del hotel)



En el despacho de Isabel, la esposa de Carlos mantiene una charla con Joaquín. Ambos sentados a cada lado del escritorio en sendas sillas de oficina.



Isabel: Te llamé porque quiero proponerte algo.

Joaquín: Usted dirá, señora Isabel. No tiene más que decirme y yo…

Isabel: Voy a ascenderte de puesto. (Se levanta de la silla)

Joaquín: ¿Qué? ¿Así de pronto? (Sorprendido)

Isabel: El jefe de cafetería está a punto de jubilarse y bueno… aunque hay varios candidatos con más antigüedad en el hotel, pensé en ti… (Coqueteándole, se sienta en la mesa frente a él, cruzando las piernas bajo una sugerente minifalda de color negro)

Joaquín: Ehmm… (Mirando las piernas de su jefa, un poco cortado pero a la vez atraído hacia la explosiva villana)

Isabel: Ah, pero eso sí… para ello, tienes que… bueno, vamos a decir, hacerme un… pequeño favor… sin importancia, tú sabes… (Acercándose a él)

Joaquín: No… no entiendo… señora… (Mirándole el exuberante escote que deja apreciar gran parte de sus generosos senos entre la ajustada blusa azul)

Isabel: Bueno, creo que…. A buen entendedor…

Joaquín: Esto… (El hermano de Alicia se pone cada vez más y más tenso, nervioso y la vez siente como un intenso calor recorre su cuerpo despertando sus más bajos instintos masculinos)

Isabel: Ahora que si no aceptas pues… (Se levanta de la mesa, dándole la espalda)

Joaquín: Señora, por favor… yo… (Avergonzado, pero mirándole el trasero sin pestañear)

Isabel: (Encendiendo un cigarrillo y comenzando a fumarlo) Creo que sería una gran oportunidad para ti… además que según tengo entendido, tu hermanita y tú… bueno, creo que necesitáis el dinero…

Joaquín: Sí, doña Isabel pero es que… (Nervioso)

Isabel: Ay cariño… (Acercándose a él de nuevo, muy, muy cerca)

Joaquín: Señora, por favor… (Cada vez más tenso y caliente)

Isabel: Yo sabría pagar muy, muy bien ese… favor… (Guiñándole un ojo, sonríe pícaramente)

Joaquín: Pero… ¿Y su marido? Porque su esposo es el dueño y yo no quiero perder mi trabajo. Creo que no debemos mezclar lo personal con lo profesional…

Isabel: Aquí tu jefa ahora soy yo, y por tanto, mi amor, es a mí a quien debes obedecer órdenes. Olvídate de Carlos… (Sonríe) Esto sería algo entre tú (señalándole con el dedo en el pecho sobre la camisa) y yo… (Mordiéndose el labio inferior)

Joaquín: Mmm…

Isabel: ¿Qué? ¿Qué dices? Yo no te obligo a nada, sólo te… sugiero que aceptes, porque si no… pues…

Joaquín: Si no… ¿qué?

Isabel: Tendría que hablar con mi esposo para decirle que… no estás cumpliendo muy bien con tu trabajo y que…

Joaquín: No por favor… yo hago lo que usted quiera, lo que me pida pero no me deje sin chamba.

Isabel: Así me gusta más… Buen chico… (Acariciándole el cabello)

Joaquín: ¿Qué tengo que hacer?

Isabel: Esto… (Y sin que él se lo espere, Isabel le come la boca a besos)



AVISO: ESCENA NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS

Al mismo tiempo Joaquín responde y se deja llevar por el “calentón”, el hermano de Alicia se besa apasionadamente con Isabel, fruto del deseo y el miedo a perder su empleo. Joaquín ha caído en una trampa. Mientras Isabel le devora la boca a besos, él le abre la blusa bruscamente, saltándose todos los botones… Joaquín agarra con sus manos los pechos de la villana sacándolos por encima del sexy sujetador… Isabel deja escapar un suave gemido… Joaquín continúa recorriendo el cuello de la esposa de Carlos, a besos, húmedos y cálidos, cada vez más y más intensos. Isabel comienza a desabrocharle el cinturón, para acto seguido bajar el cierre del pantalón de Joaquín. Ella le besa con deseo, devorándolo con pasión, acariciando su pecho. Él se deja llevar y continúa sin darse cuenta de que por el pasillo se acerca alguien a quién no esperan…

En ese momento, vemos unos negros y elegantes zapatos de hombre, caminando a paso firme y ligero por el largo pasillo. Este hombre se dirige al despacho de Isabel… Escuchamos música de tensión… En la oficina, Isabel y Joaquín continúan su acalorada y fogosa pasión sin importarles nada… Joaquín devora los pechos de su amante con ganas, con deseo, mientras ella gime de placer al mismo tiempo en que agarra su trasero bajo la minifalda, levantándola cada vez más…

Los pasos cada vez son más cercanos en el pasillo… El misterioso hombre está a punto de llegar a la puerta del despacho de Isabel. Apenas restan unos pocos metros… Dentro de la habitación, Joaquín entra en la explosiva villana, lo cual le arranca a Isabel un placentero e intenso gemido. Joaquín comienza a hacerla suya, más y más, con ganas, con deseo… Ella se deja llevar, tumbada sobre la mesa del despacho casi semidesnuda, mientras Joaquín la hace suya una y otra vez, también semidesnudo… Isabel gime, jadea… y él empuja más y más fuerte…

En ese momento el misterioso hombre del pasillo detiene sus pasos, alguien interrumpe su llegada al despacho. Es Sonia, una de las empleadas del hotel.



Sonia: Disculpe, señor…

Carlos: Sí, dígame Sonia. ¿Cómo usted por acá a estas horas? Pensé que había terminado ya su turno.

Sonia: Sí, ya me iba pero antes quería comentar algo con su señora esposa…

Carlos: Tu díras…

Sonia: Es sobre la vacaciones, me debe todavía 15 días del año pasado y estas son las fechas que no las he disfrutado todavía. Espero no se moleste pero es que como llega el verano y va a haber más trabajo en el hotel pues yo había pensado que…

Carlos: Ah, si es por eso no te preocupes, precisamente ahora venía a hablar con mi esposa porque se me olvidaron las llaves del carro y creo que las dejé en su despacho. No te preocupes, Sonia, yo hablaré con Isabel y seguro antes de Julio te puedes tomar unos días libres si quieres, todavía quedan unas semanas para que dé comienzo la temporada alta.

Sonia: Gracias, señor… Bueno, pues entonces me retiro, tengo que darme prisa porque si no perderé el bus. Además, quedé con Alicia para regresar juntas al barrio. (Sonríe)

Carlos: Sonia… ¿Podrías decirle a Alicia que quiero hablar con ella?

Sonia: Sí, claro.

Carlos: Dile que mañana en Saint John’s Park a las diez de la mañana, la espero junto a la fuente principal. Por favor, no se te olvide, es muy, muy importante.

Sonia: Ok… no se preocupe, yo le digo… (Sorprendida y pensando: “¿En Saint John’s Park? ¿Y para qué querrá don Carlos ver a Alicia fuera del trabajo?”)


Mientras, en el despacho de Isabel…

Isabel: ¡Deprisa! ¡Métete en el baño! ¡Rápido!

Justo al mismo tiempo en qué Joaquín se esconde en el aseo del despacho, prácticamente desnudo, Carlos toca a la puerta…

Carlos: ¿Isabel?

Cuando Carlos entra en el despacho, Isabel, ya vestida le recibe sentada a su silla junto al escritorio, fingiendo firmar unos documentos…




Isabel: Hola, mi amor… ¿Cómo tú por acá? Pensé que ya te habías ido para la casa, mi vida… (Levantándose de la silla)

Carlos: Se me olvidaron las llaves del coche, creía que las tenía en la chamarra… ¿Las has visto?

Isabel: Sí… claro… (Abriendo un cajón del escritorio) Aquí están…

En ese momento Isabel ve la camisa de Joaquín totalmente arrugada en un rincón junto al escritorio. Carlos, está de frente a la mesa y no se ha dado cuenta… Isabel se siente nerviosa por momentos… Si su marido ve la camisa, está perdida…

Carlos: Trae acá.

Pero en ese instante la astuta villana se levanta de la silla y se acerca a su esposo para entregarle las llaves en mano, mientras con el pie izquierdo trata de ocultar la camisa bajo el escritorio.

Carlos: Gracias, hasta luego…

Isabel: Chao, mi amor…

Cuando Carlos cierra la puerta tras de sí, Isabel echa el seguro, respirando aliviada.

Isabel: ¡Ya puedes salir!

Joaquín: Ufff señora, por poco y nos cachan… (Ya con los pantalones puestos)



Isabel: ¡Cállate! ¡Ni me lo recuerdes! Anda, toma y vístete… (Lanzándole la camisa) Y por lo que más quieras, ni una palabra de esto a nadie, y mucho menos a tu hermanita Alicia. ¿Ok? (Amenazante)

Joaquín: No se preocupe, esto quedará entre usted y yo… Supongo que… bueno… algún día podremos repetir… ¿No? (Guiñándole un ojo, pícaro y seductor)

Isabel: Deja de decir babosadas… haz el favor y márchate de una buena vez… Ya hablaremos…

Joaquín: Pero señora Isabel…

Isabel: ¿Qué te acabo de decir? ¡LARGO!

Joaquín: Ok, ok, está bien, está bien… (Saliendo del despacho, ya vestido)

En el pasillo, tras cerrar la puerta del despacho, Joaquín se ríe y habla consigo mismo.

Joaquín: ¡Triunfaste compadre! ¡Hoy triunfaste! Jajajajaja. No está buena ni nada la condenada, tremendo par de … (señalándose en su pecho los senos de Isabel)… Ufffff…. pero que mal genio que se gasta la jefecita… Yo sé que le gusto, señora, lo sé y sé… que habrá una próxima vez… (Sonríe) Vaya que sí la habrá… Mmmm.





CASA DE ALICIA

En casa de Alicia, la joven conversa con su amiga y compañera de trabajo, Sonia. Ambas charlan animadamente mientras cenan en la cocina del departamento.



Sonia: A mí me gusta mucho tu hermano pero él ni me pela, amiga.

Alicia: Ay, Sonia… Mira, voy a ser sincera contigo. Joaquín es mi hermano y lo quiero mucho pero no te lo recomiendo como novio, la verdad.

Sonia: ¿Ah no? ¿Y eso por qué?

Alicia: Pues porque… porque no es el tipo de chico apropiado para ti, a él le gustan otras cosas más… más… Bueno ya sabes.

Sonia: No me digas que es gay, por favor te lo pido, porque te juro que me muero y me entierro yo sola… (Preocupada)

Alicia: ¡Qué va a ser gay ni que nada, mensa! Jajajajaja.

Sonia: Chica es que como te explicas igual que los libros cerrados, por un momento me asustaste… yo que sé… (Sonríe)

Alicia: Todo lo contrario, le gustan más las mujeres que a un tonto un lápiz… ese es el problema. En México no duraba con ninguna chava más de un mes… No sé cuantas novias le hemos conocido mi padre y yo. Menudo picaflor está hecho tu “Joaquincito”…

Sonia: Ufff… peor me lo pones…

Alicia: En serio, no te miento. Joaquín es muy bueno, Sonia, pero como hermano. Como pareja es un completo desastre…

Sonia: Desde que murió tu prima Marta, he intentado acercarme a él en el hotel, ser su amiga, pero es que ni me mira…

Alicia: Tal vez no eres su tipo, por eso es mejor que te olvides de Joaquín. Hazme caso…

Sonia: Pero y sí…

Alicia: Pero nada, a Joaquín le gustan otro tipo de chicas.

Sonia: Ya… (Triste, baja la mirada)

Alicia: ¿Qué te pasa amiga? ¿Por qué esa cara? No me irás a decir que estás enamorada de mi hermano.

Sonia: No, no es eso, Alicia… Me gusta Joaquín, sólo es eso, pero sé que no se va a fijar nunca en mí.

Alicia: ¿Por qué dices eso? ¿Acaso te ha dicho algo? No me digas que se atrevió a despreciarte porque te juro que lo mato y lo envío a Guadalajara a trocitos, jajajajaja.

Sonia: Jajajaja, no… no es eso…

Alicia: ¿Y entonces?

Sonia: Joaquín no estaría nunca con una chica como yo… así… gorda…

Alicia: Anda deja de decir tonterías, gorda dice… ¿Qué vas a estar gorda? Tú y tus complejos…

Sonia: Ya pero me dices que a Joaquín le gustan otro tipo de chicas y yo me miro al espejo y… ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué gasto una 38? Pues no…

Alicia: Mira Sonia, el hombre que te quiera de verdad, te va a querer como tú seas y si no lo hace así, es que no te merece y punto.

Sonia: Es fácil decirlo para ti que eres tan delgadita… (Triste)

Alicia: Eso no tiene nada que ver. Mírame, soy una pobretona que no tengo ni donde caerme muerta, si no fuera por que Joaquín me ayuda con la renta de este “depa” viviríamos debajo de un puente… ¿Y? ¿Me ves llorar? ¿Me ves hundida? ¿No, verdad?

Sonia: Pero tú eres tú y yo soy yo, Alicia.

Alicia: Cuando mataron a mi prima, pensé que el mundo se me caía encima pero aquí me ves, la vida sigue y hay que vivirla, así con todo y dura que es, pero no queda de otra, Sonia.

Sonia: Lo sé…





CASA DE NIEVES

En el salón del departamento, la cocinera del hotel, Nieves, conversa con Davinia, su sobrina.




Davinia: Ay tía… me botaron, me botaron del hotel… ¿Ahora que voy a hacer?

Nieves: Pues la verdad, te está bien merecido, por andar de mentirosa y enchufada.

Davinia: La culpa de todo la tiene esa mugrosa de Alicia Molinos… Con esa carita de yo no fui, tiene a todo el mundo a sus pies en esa empresa, empezando por Carlos.

Nieves: Mira Davinia, si don Carlos te echó del trabajo, sus razones tendría. Además tú misma me has dicho que te descubrió ante Alicia. Si no sabes idiomas… ¿Qué esperabas? ¿Qué no se fueran a enterar? ¡Trabajabas en recepción, por Dios! El señor Carlos no es tonto.

Davinia: Sí, pero yo pensaba que siendo amiga de su esposa pues… ay no se, también Isabel podría haberme echado un cable con esto. De todas formas ya da igual, qué se puede esperar de ese… Carlos no es más que un patán, un imbécil…

Nieves: ¡NO LE DIGAS ASÍ! (Furiosa)

Davinia: ¡Oye! ¿Y se puede saber que mosca te picó a ti? ¿Por qué le defiendes tanto tú ahora?

Nieves: Porque... porque… porque no me gusta que hables así de tus jefes. No está bien.

Davinia: No tía… eso no sonó a reproche por faltar al respeto… Tú siempre te pones muy rara cuando menciono a Carlos… ¿Se puede saber que ocurre con él? No me irás a decir que te gusta un hombre 25 años más joven que tú…

Nieves: Deja de decir babosadas… ¿quieres?

Davinia: Ok, ok… Mira, paso de discutir tonterías contigo. Mejor me voy a tomar una duchita rápida que ya se hace tarde…. Y cuando salga me tienes preparada la cena que voy a salir de fiesta esta noche y no tengo mucho tiempo, así que ponte pilas, tía, ponte pilas…. (Chasqueando los dedos)

Mientras Davinia se marcha al cuarto de baño, su tía Nieves se queda hablando sola…

Nieves: Si supieras la verdad… si todos supieran que… Carlos es… MI HIJO…





CASA DE ALICIA

En la cocina del departamento, Alicia y su amiga Sonia continúan charlando a la mesa.




Alicia: Así que si te gusta Joaquín, ni gorda ni nada, quiero verte segura de ti misma. Y si mi hermano no quiere nada contigo pues él se lo pierde.

Sonia: ¡Dí que sí!

Alicia: Jajajaja. Así me gusta.

Sonia: Por cierto… ¿Y qué hay de ti? No sabía que tenías tanta confianza con el jefe…

Alicia: ¿Confianza con el jefe? No sé de qué me hablas… (Avergonzada)

Sonia: Hoy hablé en el hotel con don Carlos y me dejó un recado para ti, un recado muy importante, según él.

Alicia: ¿Ah sí?

Sonia: ¿Qué te traes con él? ¿Eh?

Alicia: Ay, Sonia…

Sonia: Dime la verdad. ¿Estás liada con el jefe?

Alicia: ¿Qué voy a estar liada con Carlos ni que nada? ¿Pero tú te has vuelto loca? ¡Está casado, es el dueño del hotel y encima tiene por esposa una auténtica arpía!

Sonia: ¿Y que tiene? Estará casado y todo lo que quieras, pero lo que no se puede negar es que el tipo está buenísimo, jajajaja.

Alicia: Jajajajajaja, pero serás… (Lanzándole un trozo de pan)

Sonia: Anda, “por fa”, dime la verdad. ¿Andas a escondidas con él?

Alicia: Te lo voy a contar, pero júrame con no se lo vas a decir a nadie. Porque como me llegue a enterar de que lo cuentas por ahí, te mato.

Sonia: !!!Te lo juro por Snoopy !!! (Burlándose)

Alicia: Jajaja, anda boba que eres más boba… Sí me gusta Carlos, sí. ¿Contenta?

Sonia: ¡Lo sabía! Esas miradas entre ustedes en el hotel no eran normales… pero yo no sospechaba que tú y él estaban liados…

Alicia: No estamos liados, no seas mensa. Carlos es casado y yo respeto eso.

Sonia: ¿Has estado a solas con él?

Alicia: Sí

Sonia: ¿Te has besado ya con él?

Alicia: Sí…

Sonia: ¿Te has acostado con él?

Alicia: ¿Oye, pero tú por quien me tomas eh? Jajaja.

Sonia: Jajaja. Chica, y yo que sé, sólo pregunto. Además que más quisiera yo que un papachongo así se fijara en mí, por favor…

Alicia: Tú ya tienes a tu adorado “Joaquincito”, deja algo para las demás ¿quieres? (Burlándose)

Sonia: Jajaja.

Alicia: Ay, amiga… El caso que Carlos me gusta y sé que el también siente lo mismo por mí pero… no quiero estar en medio de un matrimonio, yo no soy así…

Sonia: Ya pero bien que admites que te gusta un hombre casado…

Alicia: Claro que me gusta pero de ahí a que tenga algo más serio que ver con él, va mucho trecho, Sonia.

Sonia: Mira Alicia, en esta vida quien no arriesga no gana. Tu me has dicho que arriesgue con Joaquín ¿No? Pues si Carlos, aún estando casado, se fijo en ti es por que no quiere a su esposa, y perdóname, pero con semejante bruja al lado, no me extraña…

Alicia: Jajaja.

Sonia: El caso que Carlos me dijo que quería quedar contigo. Te espera mañana a las diez en Saint John’s Park.

Alicia: ¿Qué?





AL DÍA SIGUIENTE


HOUSTON, TEXAS

CLINICA ANDERSON

En la habitación de don Eladio, doña Claudia se encuentra hablando por teléfono con una misteriosa voz distorsionada. Es una mujer pero ¿quién?



Claudia: Si esto es un chantaje le prometo que esto no se va a quedar así. !Usted no tiene ni idea de quien es Claudia Gallardo! (Gritando al celular)

Voz: Si dentro de 24 horas no tengo 200.000 de dólares en la cuenta que le dije, pagará las consecuencias y mucho cuidado porque si maté a la entrometida de la Martita esa, sus hijos podrían ser los próximos en caer... ¿No querrá que se enteren de la clase de mujer... mejor dicho, de ESCORIA, que tienen por madre? ¿Verdad? Si yo hablo usted se hunde... y lo sabe.

Claudia: !NO TE ATREVAS A TOCAR A MIS HIJOS DESGRACIADA! Sé quién eres malnacida. Te voy a encontrar y te voy a destruir. (Furiosa y llena de ira) Te juro que si les haces algo... !TE SACO LOS OJOS CON MIS PROPIAS UÑAS!




MIAMI, FLORIDA

SAINT JOHN’S PARK


En un verde y frondoso parque de la capital, Carlos y Alicia conversan sentados en un banco, a solas.

Carlos: Voy a pedirle el divorcio a Isabel. Ya estoy hablando con mi abogado, en cuanto tenga los papeles le entregaré la demanda de separación. Yo te amo y quiero estar contigo, ya no puedo más. Me acuesto pensando en ti, sueño contigo cada noche, me despierto pensando en ti, me vuelvo loco de celos cuando otro hombre te mira, tú no sabes por lo que yo estoy pasando.



Alicia: Por favor Carlos, no sigas… Te dije desde el primer día que lo nuestro no puede ser...

Carlos: Mi matrimonio con Isabel estaba mal desde mucho antes de que tu llegaras a Miami... Yo te quiero, Alicia, y no me importa reconocerlo ante todos si es lo que quieres, me da igual lo que piense mi familia. No quiero perderte, porque eres lo más hermoso que me ha pasado en toda mi vida.

Alicia: Carlos... (Emocionada)

Carlos: Ya no lo niegues más. Admítelo.

Alicia: ¿Admitir el qué? (Mirándole en silencio)

Carlos: Que tú me amas, lo veo en tus ojos. Qué más tengo que hacer para que te des cuenta de que... te necesito…de que te amo.

La joven se queda sin palabras, sin saber como reaccionar ante esta declaración de amor, feliz, pero a la vez triste ya que su amor no va a ser nada fácil mientras Isabel esté de por medio. En ese momento y ante la mirada de Carlos, a Alicia se le saltan las lágrimas…






HOTEL IMPERIAL FLORIDA

En la cafetería del hotel, Joaquín charla con Saúl…



Saúl: Así que te acostaste con ella….

Joaquín: Aja… está buenísima, es toda una fiera en la cama…lo malo que quiere que lo nuestro quede en secreto…

Saúl: ¿Y eso por qué? ¿Está casada?

Joaquín: Sí, es una de las “empleadas” del hotel…

Saúl: Picarón… te estas acostando con Sonia, jajajaja.

Joaquín: ¿Con Sonia? No, que va… como me voy a enredar con esa…

Saúl: Bueno, la chica no está mal, la verdad… Es guapa, un poco llenita pero… Entonces, si no es ella ¿Quién es?

Joaquín: Lo siento, don Saúl, no le puedo contar. Sólo puedo decirle que es otra, lo que pasa que no se lo puedo decir a nadie. Le prometí no hacerlo, lo siento.

Saúl: Jajaja, este hotel está lleno de secretos…

Joaquín: Y que lo diga señor… y que lo diga… (Limpiando la barra del bar con un trapo)




MANSIÓN ÁLVAREZ

En el salón principal de la lujosa mansión, Carlos, Isabel y Liliana cenan sentados a una elegante y bien servida mesa, degustando de diversos platos…



Isabel: ¿A qué hora llegaba Miguel de España?

Carlos: Anoche me llamó por teléfono para decirme que no fuéramos a recogerle al aeropuerto, que no sabía a que hora vendría para la casa?

Liliana: No entiendo el por qué de este repentino viaje… Carlos.

Carlos: Tenemos que hablar algo muy importante entre los tres y no va a ser nada fácil lo que os tengo que decir…

Liliana: ¿Qué ocurre hermanito?

Isabel: Eso, mi amor…

Carlos: Ayer atentaron contra el avión de papá y mamá, Liliana. El aparato se estrelló al poco de despegar de Houston, pero afortunadamente ellos no viajaban en él.

Liliana: ¿Qué? ¿Y por qué no me habías dicho nada antes?

Isabel: Cuando tu hermano llegó a la casa, estabas ya dormida y no te quiso despertar. Además tus papás están bien, cariño… no tienes de qué preocuparte.

Liliana: Ya pero y los pilotos… ay por favor, pobre gente…

Carlos: Mañana será el funeral por Tomás y César… Si quieres venir…

Liliana: Sí, claro que iré. (Triste)

Mientras, Isabel piensa en silencio y para sí misma…

Isabel: “Maldita sea…ese imbécil de Saúl es un inútil. Ese par de viejos tenían que haber muerto anoche…”

Carlos: ¿Te pasa algo Isabel?

Isabel: No, nada, mi amor… nada, pensaba en la salud de tu papá… ¿Qué tal le está sentando el tratamiento? ¿Se encuentra ya mejor?

Carlos: De eso precisamente es de lo que quería hablar con todos ustedes, pero quería esperar a que llegara Miguel, porque…

Liliana: Carlos, dime la verdad. ¿Qué fue lo que te dijo mamá ayer por teléfono?

Carlos: (Triste, baja la mirada) Papá… papá se va a morir, Liliana…

En ese instante la joven rompe a llorar, en silencio y sin decir ni media palabra, justo al mismo tiempo, Miguel, el menor de los tres hermanos, entra por la puerta del salón acompañado por una maleta.

Miguel: ¿Qué qué? ¿Cómo así que mi papá se va a morir?



Liliana: ¡Miguel! (Llorando)

Mientras, Liliana se levanta de su asiento y corre a abrazar a su hermano, en la mesa, Isabel y Carlos se miran sin decir nada…


CONTINUARÁ…

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