viernes, 16 de diciembre de 2011

Capítulo 5: Diabólica




CAPÍTULO 5: DIABÓLICA


MANSIÓN ÁLVAREZ

De noche, en el salón principal de la lujosa casa, Isabel, Carlos y Liliana se encuentran sentados a la mesa, cenando, mientras…



Liliana: Carlos, dime la verdad. ¿Qué fue lo que te dijo mamá ayer por teléfono?

Carlos: (Triste, baja la mirada) Papá… papá se va a morir, Liliana…

En ese instante la joven rompe a llorar, en silencio y sin decir ni media palabra, justo al mismo tiempo, Miguel, el menor de los tres hermanos, entra por la puerta del salón acompañado por una maleta.



Miguel: ¿Que qué? ¿Cómo así que mi papá se va a morir?

Liliana: ¡Miguel! (Llorando)

Mientras, Liliana se levanta de su asiento y corre a abrazar a su hermano, en la mesa, Isabel y Carlos se miran sin decir nada…

Carlos: Hola, Miguel.

Isabel: Buenas noches… (Mirándole de mala gana)

Miguel: Hola… Carlos, tú me dijiste que papá estaba mal pero no pensé que tanto así… Si lo llego a saber antes, habría regresado a Miami hace dos semanas.

Liliana: Papá se va a morir, hermanito, se va a morir… (Llorando, mientras le abraza)

Carlos: Por favor, Liliana, cálmate, tienes que ser fuerte.

Isabel: Claro, mi niña, no podemos hacer nada, sólo esperar…

Miguel: ¿Esperar a qué, Isabel? ¿A ver como mi padre agoniza? No pienso permitir algo así. Mañana a primera hora me agarro un avión a Houston y voy a hablar con sus doctores.

Isabel: Creo que vas a perder tiempo, tu padre tiene los días contados…

Carlos: ¡Isabel! (Enojado)

Miguel: (Mirando a Isabel) Eso es lo que tú quieres… ¿Verdad? Qué mi papá se muera para ver si te haces con parte de la herencia…

Isabel: Ya estamos otra vez con lo mismo… Tú, igual que Liliana, ya sé que nunca me habéis podido ni ver.

Carlos: Por favor, no empiecen otra vez…

Isabel: Es tu hermano el que empieza. Yo sólo he dicho la verdad. Tu padre se va a morir y lo van a tener que aceptar. ¡Quieran o no!

Miguel: Me voy a mi recámara, creo que no tengo ganas de cenar… (Separándose de su hermana)

Liliana: No te vayas…

Carlos: Pero Miguel, por favor… no seas así. Al menos siéntate con nosotros. (Preocupado)

Isabel: Déjale que haga lo que le dé la gana, este es otro de sus berrinches de niño malcriado, tantos años en Europa y sigue igual.

En ese instante Miguel se acerca a la mesa y pega un puñetazo en la madera que hace temblar todas las copas de cristal.

Miguel: ¡CÁLLATE DE UNA MALDITA VEZ! Estoy harto ya de ti, mi hermano nunca debió casarse contigo. Por encima se ve la clase de mujer que eres…

Liliana: Eso mismo digo yo…

Isabel: ¡Tú te callas, estúpida!

Liliana: ¡No me da la gana, esta es mi casa y te vas a tener que aguantar, si no ya sabes donde está la puerta! (Limpiándose las lágrimas con la mano)

Carlos: ¡YA BASTA! (Levantándose de la silla) Por favor Isabel, te pido que dejes la mesa. Ya hablaremos tú y yo después. No es momento para discutir y menos en familia.

Isabel: Pero mi amor…

Carlos: ¡Pero nada! Ahora si no te importa déjame a solas con mis hermanos.

Al mismo tiempo en que Isabel se levanta de su asiento, dejando la servilleta con rabia sobre la mesa, Miguel y Liliana se sientan a la mesa para conversar con su hermano mayor.


CASA DE ALICIA

En la cocina, Alicia conversa son su amiga Sonia, mientras la rubia friega los platos.



Sonia: Bueno y dime, Alicia, ¿Qué fue lo que te dijo Carlos?

Alicia: Ay, Sonia… por favor no quiero hablar de eso otra vez.

Sonia: Anda, no seas mala, cuéntame. ¿Te pidió que fueran novios? Ay ya me lo estoy imaginando todo así en plan romántico y tierno…

Alicia: (Sonríe) Bueno… tanto así como pedirme eso no, pero… pero se le veía tan sincero, tan dulce…

Sonia: Estás enamorada de Carlos, admítelo. Ese hombre te mueve el piso como decimos en Venezuela. (Sonia es de Caracas)

Alicia: No te puedo negar que me gusta, me gusta mucho pero no estoy segura de dar ese paso.

Sonia: ¿Y eso por qué? Ya olvídate de que está casado. Si él te quiere y tú a él, eso es lo de menos. Existe el divorcio por si no lo sabías… ¿Hello? Estamos en el siglo XXI, no en la Edad Media.

Alicia: ¡Ya lo séeeeee!

Sonia: Pues deja ya de dudar tanto y decídete, mira que si no lo haces, otra podría quitártelo antes… (Mirando hacia el techo de la cocina, silbando suave)

Alicia: Jajajaja (Golpeándola con un trapo de secar cubiertos) ¡Calla ya de una vez, y deja de decir tonterias! ¡Boba, que eres más boba!

Sonia: Jajajaja



MANSIÓN ÁLVAREZ

En el dormitorio de Carlos e Isabel, la villana se encuentra hablando por teléfono celular con su amante, Saúl, vestida con un sexy conjunto tipo baby-doll. Al otro lado del auricular, Saúl habla desde el sofá de su departamento.



Isabel: Te dije que Claudia y Eladio tenían que haber muerto hoy. Tú no veas la que se organizó esta noche en el comedor.

Saúl: No fue culpa mía, los matones que contraté no sabían que ese par de viejos no viajarían en el avión hoy. ¿Yo que iba a saber que habían cambiado de planes?

Isabel: Eres un inepto… un verdadero inútil…

Sául: ¡Ya bájale! Y dime que fue lo que pasó con mis primos.

Isabel: ¿Qué qué pasó? Que el imbécil de Miguel me puso de vuelta y media. Ese maldito idiota tuvo que regresarse de España en el peor momento.

Saúl: No te preocupes. Mi tío Eladio está en las últimas, tenemos que esperar, lo demás llegará sólo, ya lo verás, cariño.

Isabel: Ojala y tengas razón, porque si llevo todos estos años casada con Carlos ha sido y es por el dinero y bien lo sabes. Pero en cuanto el viejo muera, le voy a soltar una bomba a tu primo que se va a caer de espaldas.

Saúl: ¿Cómo así? ¿De qué estás hablando? (Bebiendo de una lata de cerveza)

Isabel: Estoy embarazada. (Sonriendo feliz)

Sául: (Escupiendo la cerveza) ¿QUÉEEEEEEEE?




AL DÍA SIGUIENTE

HOTEL IMPERIAL FLORIDA


Una llamativa, sexy y explosiva mujer llega al hotel a través de la puerta principal. La joven provoca que numerosos hombres volteen a su paso, e incluso lancen atrevidos comentarios.... Suena música incidental y vemos en cámara de abajo a arriba como camina esta mujer calzando unos elegantes zapatos de tacón. Primero vemos sus pies, unas sexys y bien torneadas piernas que caminan a paso rápido, un vestido muy, muy ajustado... caderas bamboleándose.... La desconocida mujer a la que aun no podemos ver el rostro llega a recepción.... La joven lleva la espalda descubierta... vemos un trasero bastante tentador... un cuerpo lleno de sensuales y provocadoras curvas.... Esta mujer es muy, muy llamativa... La cámara enfoca de nuevo el frente de esta explosiva chica.... un generoso escote que deja ver parte de sus pechos.... Y finalmente un pícaro rostro con mucho maquillaje semioculto con unas negras gafas de sol.... Un cabello rubio y muy largo...... Los hombres la observan con deseo y las mujeres con recelo... esta tipa no pasa inadvertida para nadie... ¿Quién será esta misteriosa mujer?



En recepción, Samantha se quita las gafas de sol y...

Samantha: Hola, buenos días.

Alicia: Buenos días, señorita. ¿Qué desea?



Samantha: Venía a ver a doña Claudia Gallardo, tenía una cita con ella a las doce.

Alicia: Ay, lo siento, pero no va a poder ser… La señora Gallardo no se encuentra en el hotel. Debe haber un error… Doña Claudia se marchó hace unas semanas de viaje y todavía es la fecha en que no regresa.

Samantha: ¿Cómo así? ¿Y para dónde se fue?

Alicia: A Houston, señorita.

Samantha: Mmmm (Pensando: Maldita sea, la vieja esa ahora resulta que no está en Miami…)

Alicia: Si desea dejarle algún recado… no sé… (Sonríe amable, sin sospechar que Samantha fue quien mató a su prima Marta)

Samantha: No, gracias, no hace falta… Muy amable… (Sonríe falsamente)

Alicia: Ahora que si quiere hablar con don Carlos o doña Isabel…

Samantha: ¿Carlos es el hijo de la señora Gallardo, verdad?

Alicia: Así es… Ahorita está en su despacho, si quiere que le avise yo le digo.

Samantha: Me dijiste de una tal… Isabel… ¿Quién es?

Alicia: La… (molesta) la esposa del señor Álvarez.

Samantha: Ahm… (Pensando: Interesante…) ¿Sabes qué, monina? Que le vas a decir a Isabel que estoy acá. Si puedo pasar a su despacho…

Alicia: Sí, sí, como no.. Primera planta, a la derecha del ascensor, puerta 2

Samantha: Gracias, nena… ¡Byeeeeeeee! (Dándose la vuelta, moviendo el cabello)

Alicia: Adiós… (Mirándola de arriba abajo, conteniéndose la risa)



En la cafetería del hotel, Joaquín discute con Sonia. Él ha tropezado con ella mientras llevaba una bandeja con varias tazas de café y le ha manchado todo el uniforme.



Sonia: ¡ERES UN PATÁN! ¡Mira como me has puesto! (Limpiándose como puede la ropa con un paño)

Joaquín: Si no te hubieras puesto en medio… ¿Qué culpa tengo yo?

Sonia: Mira, no tengo buen día, así que ni me digas nada porque te juro que…

Joaquín: ¿Se puede saber que mosca te ha picado conmigo? Llevas unos días muy rara…

Sonia: ¿Rara yo? (Avergonzada)

Joaquín: Sí, tú.. Hasta hace poco eras bien amable pero últimamente como que te noto… cambiada. ¿Tienes algún problema conmigo?

Sonia: No…

Joaquín: ¿Y entonces? ¿Se puede saber por qué te pusiste así?

Sonia: Déjame en paz… (Voltea y se marcha de la cafetería)

Joaquín: Mujeres… Son todas iguales… con un demonio, no hay quien las entienda. (Enojado)


En los aseos de mujeres, Sonia se mira al espejo llorando desconsolada.

Sonia: ¡Eres una estúpida, Sonia! Ese tonto jamás se va a fijar en ti… No eres más que una gorda a la que ningún hombre va a querer nunca. (Llorando) ¿Por qué eres así? (Pensando en Joaquín) ¿Por qué? Si supieras lo mucho que me gustas, lo que daría por que al menos me dedicaras una sonrisa… una palabra… (Limpiándose las lágrimas)




MANSIÓN ÁLVAREZ

En el dormitorio de Liliana, la joven se encuentra escuchando música mientras está aún en pijama. En ese momento tocan a la puerta.



Liliana: ¡Sí, adelante! (Bajando el volumen de la minicadena)

Criada: (Abriendo la puerta) Disculpe que la interrumpa señorita, pero… tiene visita.

Liliana: ¿Visita a esta hora de la mañana? ¿Y quién es?

Criada: Pues… (Sonríe) Bueno, será mejor que baje al salón y lo vea usted misma.

Liliana: Ok, está bien.. (Sorprendida) Ahora mismo me cambio y bajo, dame 5 minutos. ¿Ok?

Mientras la sirvienta cierra la puerta, Liliana abre su armario y comienza a buscar algo que ponerse.



HOTEL IMPERIAL FLORIDA

En los jardines del hotel, Carlos conversa con Alicia.



Alicia: Nos van a ver, Carlos, nos van a descubrir… Sólo a ti se te ocurren estas cosas. (Mirándo a todos lados, nerviosa)

Carlos: Tranquila, Isabel está en su despacho a esta hora. Nadie más sabe que estamos aquí.

Alicia: Ay, Carlos…

Carlos: Dame un besito por favor… (Sonríe tierno)

Alicia: Esto parece una película de adolescentes… aquí escondiéndonos de todo el mundo…

Carlos: Silencio… (Robándole un beso, mientras la abraza)

Alicia: Carlos… (Avergonzada)

Carlos: Te quiero. (Sonríe)

Pero justo en ese momento, desde la ventana del despacho de Isabel, la villana se asoma entre las cortinas sin esperarse lo que va a ver. Escuchamos música de tensión… Isabel se queda atónita ante lo que presencia. Carlos y Alicia continúan besándose en el jardín, debajo de un árbol y tras el invernadero, pensando que nadie les puede ver… nadie, excepto Isabel.

En el despacho Isabel enfurece de ira y rabia.

Isabel: ¡Maldita mexicana del demonio! Así que no querías nada con mi marido, no… perra desgraciada… Te juro que me las vas a pagar… Esto no se va a quedar así… La muy zorra… ¡PERO SERÁ CÍNICA! Ya vas a ver… No tienes ni idea de quien es Isabel Quinteros. (Mirándoles con odio desde la ventana)



CENTRO COMERCIAL “HIALEAH”

En un elegante y concurrido centro comercial de Miami, entre la multitud de personas que a esa hora abarrotan el lugar, Saúl se encuentra tomando un café sentado junto a una mesa, en un bar. En ese momento, aparece Davinia…



Davinia: Contigo quería yo hablar… desgraciado.

Saúl: Ho… hola… ¿Se puede saber que quieres? ¿Por qué me hablas así? (Molesto)

Davinia: No te me hagas el tonto que lo sé todo…

Saúl: No sé de que estás hablando.

Davinia: Isabel y tú estáis liados… ¡Descarado!

Saúl: Jajajaja. ¿Ah, era eso? Que yo sepa tú y yo no somos nada…no tengo por qué darte explicaciones. ¿O sí?

Davinia: Por supuesto que no, a mí no pero a Carlos sí…

Saúl: (Levantándose de la silla) Mira, estúpida… No te atrevas a abrir la boca, no sé como te habrás enterado de lo mío con Isabel pero te prometo que si le cuentas algo de esto a Carlos… te vas a arrepentir… (Amenazante)

Davinia: ¿Me estás amenazando?

Saúl: Tómalo como quieras…
 


MANSIÓN ÁLVAREZ

Liliana baja las escaleras de la casa, en dirección al salón principal. En la habitación se encuentra un hombre de espaldas, alto, de cabello rubio…En ese momento, el desconocido se da la vuelta y …



Liliana: ¡PATRICK! (Sonríe)

Patrick: Hi, baby (Hola, cariño)

Liliana: Jajajaja. (Lanzándose a abrazar a su novio) Mi amor, pero ¿y esto? Qué sorpresa, no te esperaba.

Patrick: (Con acento inglés) Lo siento, Liliana pero quise darte una sorpresa.

Liliana: Ay que alegría, mi vida… (Se abrazan y ambos se besan tiernamente)

Patrick: Te echaba mucho de menos in New York. (Sonríe) Así que pensé, Patrick, por qué no te das una escapada a Miami a ver a tu “lovely princess” (princesa preciosa)

Liliana: Te quiero (Sonríe y le da un beso, él responde)

Patrick: Me too. (Yo también) I love you so much. (Te quiero mucho)

Liliana: ¿Sabes? Ya que estás aquí nos vamos a ir de compras tú y yo.

Patrick: What? Compras? What is compras?

Liliana: Shopping, darling, shopping, jajajaja. (Sonríe)

Patrick: Jajajaja, That’s Ok (Está bien)

Liliana: No… (sonríe), pero antes, quería contarte una cosa. (Se pone triste)

Patrick: ¿El qué? ¿Es sobre tu padre, verdad?

Liliana: Sí… ay, Patrick… Mi hermano Carlos nos dijo anoche a Miguel y a mí que mi papá se va a morir.

Patrick: (Triste) ¿En serio? It’s not possible. Are you sure? (No es posible, estás segura)

Liliana: Yes… (Ambos se abrazan, mientras a Liliana se le saltan las lágrimas)

Patrick: I’m sorry… (Lo siento)




HOTEL IMPERIAL FLORIDA

En el despacho de Isabel, la esposa de Carlos recibe la visita de Samantha.



Samantha: Así que tú eres la esposa de Carlos Álvarez… vaya, vaya…

Isabel: Si, pero no entiendo a que debo su visita. Además ¿Cómo se atreve a tutearme? (Molesta)

Samantha: Tranquila, Isabel, tranquila… vengo a proponerte algo que te va a interesar, y mucho.

Isabel: ¿Ah, sí? ¿y se puede saber qué es?

Samantha: Tú no me conoces pero yo sé que tu y yo vamos a hacer buenas migas.

Isabel: ¿Qué sabe usted de mí? (Sorprendida)

Samantha: Lo suficiente para darme cuenta de que tú y yo podemos destruir a la familia Álvarez si luchamos juntas. Te he investigado mucho antes de venir a verte, no te vayas a creer… (Sonríe con astucia) Además sé que le eres infiel a tu marido…

Isabel: ¿Cómo sabes tú eso? (Tuteándola ya)

Samantha: Eso no importa, confórmate con saber que a partir de ahora, tú y yo vamos a ser aliadas en esto. Tengo un plan. Confía en mí.

Isabel: (Levantándose de la silla) No entiendo nada… (Desconfiando) ¿Me puede decir quien es usted y que diablos quiere de mí? Porque que yo sepa, yo no la he visto en mi vida. (Dándole la espalda)

Samantha: Aquí donde me ves, querida… Soy la hija secreta e ilegítima de Don Eladio Álvarez Mendoza. Somos “cuñis” ¿Cómo la ves?

Isabel: (Se da la vuelta, frente a Samantha) ¿QUÉEEE?




CENTRO COMERCIAL “HIALEAH”

En el bar, Davinia y Saúl continúan conversando.




Davinia: ¿Sabes como lo descubrí? Resulta que el otro día Isabel estuvo en mi casa y se dejó el bolso olvidado y… ¿qué crees? Qué dentro había una carta tuya… carta que yo inocentemente me atreví a leer… (Sacándola de su bolso)

Saúl: ¡Trae eso acá! (Enojado, intenta quitársela de las manos pero ella se lo impide y la guarda nuevamente en su bolso)

Davinia: No sabía que entre tú y ella os decíais semejantes “indecencias”, querido…

Sául: Eres una perra chismosa…

Davinia: Si quieres que esto no llegue a manos de Carlitos, vas a tener que hacerme un favor. Llevo toda la vida esperando que te fijaras en mí y resulta que primero te enredaste con aquella naca miserable de Marta y ahora me entero que tienes un lío con mi amiga de toda la vida…

Saúl: Yo nunca te dí esperanzas, siempre he sido bien claro contigo.

Davinia: Pues una de dos, o dejas a Isabel para estar conmigo o te juro que este papelito irá directamente a casa de tu adorado primo. ¿Qué te parece?

Saúl: Esta me la vas a pagar…

Davinia: ¡Chaoooo! Jajajaja (Se marcha)




HOTEL IMPERIAL FLORIDA

En el jardín, Carlos y Alicia prosiguen charlando.



Carlos: Ya tengo los papeles, voy a pedirle el divorcio a Isabel esta misma noche. Pronto vamos a poder estar juntos, mi vida.

Alicia: Carlos… (Emocionada) ¿De verdad, no me mientes? Por fin vamos a poder ser felices, juntos y sin vivir esto en secreto… (Sonríe)

Carlos: Así es, y sabes, tengo una sorpresa para ti. Pero va a tener que esperar a mañana para saberlo, señorita. (Burlándose)

Alicia: ¿En serio? Ay ya, dime, dime que no puedo esperar, no seas malo conmigo.

Carlos: Mm, mm (Negando con la cabeza)

Alicia: Carlos… (Fingiendo enojarse)

Carlos: Ok, está bien, está bien… Te lo digo con una condición.

Alicia: ¿Cuál?

Carlos: Que me des un beso así todo apasionado y tierno a la vez. (Sonríe y le pone los labios)

Alicia: Jajajaja. ¡Vale, está bien! (Le besa)

Carlos: Te amo.

Alicia: Y yo a ti, mi amor. (Sonríe dulce)



CENTRO COMERCIAL “MADISON PLACE”

Patrick y su novia Liliana salen de una lujosa y exclusiva tienda de moda. Ambos agarrados de la mano, mientras la joven lleva un par de bolsas de la tienda tras haber realizado unas compras. La pareja de enamorados cruza la calle para dirigirse al coche de él que está aparcado enfrente. Liliana se dispone a guardar las bolsas en el maletero. Mientras Patrick abre la puerta del conductor, Liliana le comenta algo a su novio.



Liliana: Mi amor, espérame un momento que se me olvidó comprar una cosa. Mañana es el cumpleaños de mi hermano Miguel y quería regalarle algo.

Patrick: Ok, cariño, pero no tardes mucho. Yo mientras te esperaré dentro.

Liliana: Enseguida regreso ¿Sí? (Sonríe)

Patrick: Hasta ahora. (Sonríe, entrando en el coche)

Pero justo en ese momento en que Liliana se dispone a cruzar la calle, a lo lejos un elegante coche negro llega por el lado izquierdo de la vía. Liliana no se da cuenta de que el misterioso auto acaba de acelerar la velocidad. La joven está a punto de atravesar la calle. El coche toma mayor velocidad desde la distancia. En ese instante Patrick, abre la puerta de su coche y sale del mismo.

Patrick: ¡Liliana! ¡Cariño, te olvidaste el bolso! (Sacándolo del coche)

Cuando la joven se da la vuelta para atender el llamado de su novio, Patrick se percata de la situación. El joven “gringo” se da cuenta de que un lujoso coche negro se acerca a toda velocidad por el lado izquierdo de la calle, justo en dirección a su novia. Patrick, muy nervioso y preocupado, deja caer el bolso de la chica al suelo y…

Patrick: ¡LILIANA! ¡LILIANAAAAAA! ¡EL COCHEEEEE!

La joven se encuentra en mitad de la calle, en ese momento, Liliana ve como el auto está a punto de venírsele encima. Escuchamos música de tensión. Patrick sale a la carrera para salvar a su novia. La chica se queda paralizada, muy asustada y sin saber como reaccionar.

El auto llega hacia Liliana pero en ese preciso instante, Patrick se avalanza contra la joven, abrazando fuertemente a Liliana y empujándola hacia el otro lado de la calle. Ambos caen sobre la acera, Patrick sobre Liliana, ante la mirada de unos pocos transeúntes. El coche prosigue su camino a toda velocidad, sin cumplir su objetivo. Matar a Liliana.

La pareja de novios se levanta del suelo como puede mientras…

Patrick: Are you Ok? (¿Estas bien?)

Liliana: Sí, sí, Patrick... tranquilo estoy bien.

Patrick: Ese coche por poco y te mata. ¿Llegaste a ver la matrícula?

Liliana: No… (Nerviosa y asustada) Ni siquiera me di cuenta de que se me venía encima. Si no llega a ser por ti… (A punto de llorar)

Patrick: Tranquila, mi amor, no te preocupes ya pasó. Lo importante es que estás bien.

Ambos se abrazan mientras Patrick intenta tranquilizarla. Ninguno de los dos sospecha que Liliana acaba de ser víctima de un intento de homicidio.

Poco después, dentro del coche negro, Samantha habla consigo misma mientras conduce el carro, muy enojada y rabiosa.

Samantha: ¡Maldita sea! Te me escapaste por esta vez, estúpida pero juro que os voy a destruir a todos, uno por uno, empezando por tu madre y acabando por tus hermanitos. Esa perra de Claudia va a pagar con sangre… el haber asesinado a mi madre. ¡LO JURO POR DIOS! (Pegando un golpe en el volante del auto)




HOTEL IMPERIAL FLORIDA

En el despacho de Isabel, la villana conversa con Saúl. Ella fumando un cigarrillo de pie, él junto a la puerta, sujetando el picaporte, también de pie, impidiendo que alguien les pueda sorprender.



Saúl: ¿Una hija bastarda de mi tío Eladio?

Isabel: Como lo oyes… yo me he quedado helada con la noticia.

Saúl: Pues creo que esa tal Samantha nos va a venir muy bien a ti y a mí… Si nos aliamos con ella podremos cumplir nuestro objetivo de quedarnos con toda la fortuna de mí tío Eladio y dejar a los estúpidos de mis primos en la calle.

Isabel: Sí, pero luego tendríamos que deshacernos de esa Samantha o como se llame.

Saúl: De eso no te preocupes, tú déjame a mí. Llegado al momento, veremos que hacer. Por ahora esa tipa puede sernos muy útil.

Isabel: Bueno, y ¿qué era lo que me ibas a decir sobre Davinia?

Saúl: Esta estúpida sabe lo nuestro, se enteró de todo por tu culpa.

Isabel: ¿Qué, pero qué dices?

Saúl: Te dejaste el bolso en su casa y leyó una de mis cartitas calientes… ¡Eres una imbecil!

Isabel: ¡Maldita entrometida! A poco y te amenazó con contarselo todo a Carlos.

Saúl: Sólo si no accedo a acostarme con ella.

Isabel: ¿Qué? De ninguna manera… Esa estúpida no va a abrir la boca y mucho menos vas a meterte en su cama. Antes la prefiero muerta ¿me oyes? ¡MUERTA!



En los vestuarios femeninos del hotel, Sonia charla con Alicia. Ambas se disponen a cambiarse de ropa ya que acaba de terminar su jornada laboral.



Sonia: ¿Entonces la cosa es en serio?

Alicia: Sí, amiga.. Carlos se va a divorciar de ella.

Sonia: ¡Viva! Jajajaja, anda y que le den candela a la bruja esa.

Alicia: Tchistttttt! Qué te van a oir. (Sonríe)

Sonia: Ay, déjate que lo contemos mañana a Nieves, no se lo va a creer.

La joven mexicana sonríe feliz, mientras su amiga Sonia cierra su taquilla también contenta por Alicia. Sonia se marcha mientras Alicia todavía se queda en vestuarios guardando sus cosas en su respectiva taquilla. En ese momento Isabel la interrumpe.



Isabel: Hasta que por fin doy contigo hoy…

Alicia: Se… señora… (Sorprendida) ¿Qué hace acá?

Isabel: ¿Que qué hago acá? Mira estúpida, no te me hagas la tonta que sabes perfectamente a lo que he venido.

Alicia: No entiendo…

Isabel: Lo sé todo, desgraciada… ¡Carlos y tú están liados!

Alicia: Eso tiene una explicación, déjeme que le diga que…

Isabel: ¡CÁLLATE! Si no te echo del hotel ahora mismo es porque no puedo, si por mi fuera, estarías de patitas en la calle hace mucho tiempo. ¿Qué pensabas? ¿Qué no me iba a enterar de lo tuyo con mi marido? ¡GOLFA!

Alicia: (Enojada) ¡No le permito que me hable así!

Isabel: Tú no eres nadie para permitirme a mí nada. ¿Me oyes? No eres más que una perra, miserable, roba-maridos… Pero esto no se va a quedar así. Vaya que no.

Alicia: No le tengo ningún miedo. ¿Se entera? Si Carlos la dejó será porque no la ama, y es más, para que se entere bien… Me atrevería a decir que NUNCA LA QUISO.

Isabel: (Furiosa) Desgraciada, mujerzuela… eres una miserable perra vagabunda…

Alicia: ¡Aquí la única zorra que hay es usted!

En ese momento, Isabel, llena de rabia y de ira, pierde los nervios y le suelta una fortísima bofetada a Alicia. La cachetada es tan fuerte que su sonido llena la escena. Escuchamos música de tensión.

Isabel: ¡Yo te mato! ¡TE JURO QUE TE MATOOOO!

Alicia: ¡SUÉLTEME! ¡SOCORROOOO!

Isabel se abalanza contra ella y la empuja con fuerza, ambas caen al suelo. La villana, encima de Alicia, comienza a sacudirle varios golpes y bofetadas, llena de rabia, furiosa. Isabel está fuera de sí y es capaz de matarla. La explosiva venezolana agarra a Alicia del cabello. La mexicana se intenta defender como puede. Isabel le suelta varias cachetadas mientras Alicia, tendida en el suelo, trata de devolvérselas. Ambas mujeres inician una autentica pelea de gatas.

CONTINUARÁ…

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